“Yo soy tu Dios que te esfuerzo.” Isaías 41:10.
“Yo soy tu Dios que te esfuerzo.” Isaías 41:10.
“Yo soy tu Dios que te esfuerzo.” Isaías 41:10.
Cuando somos llamados a servir o a sufrir, hacemos un inventario de nuestras fuerzas, y descubrimos que son menores de lo que pensábamos, y menores de las que requerimos. Pero nuestro corazón no ha de abatirse en nuestro interior, ya que contamos con una palabra como esta, en la que podemos apoyarnos, pues nos garantiza todo lo que podamos necesitar. Dios tiene una fuerza omnipotente y Él puede comunicarnos esa fuerza, y nos promete que lo hará. Él será el alimento para nuestras almas, y la salud de nuestros corazones; y así, Él nos dará fortaleza. No se puede saber cuánto poder pondrá Dios en un hombre. Cuando la fortaleza divina viene, la debilidad humana ya no es más un obstáculo.
Charles H. Spurgeon
Amén! Dios es bueno que multiplica las fuerzas aun cuando no tengamos ninguna.
Siempre Dios nos da fuerzas en cualquier momento