He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres.
He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres.
“He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres.” Génesis 28:15.
¿Necesitamos misericordias para el camino? Aquí tenemos unas muy especiales: la presencia de Dios y Su preservación.
En cualquier lugar necesitamos ambas, y en cualquier lugar las tendremos si acudimos al llamado del deber y no vamos meramente siguiendo nuestra propia fantasía.
¿Por qué habríamos de mirar el cambio de domicilio a otro país como una triste necesidad cuando nos es asignado por la voluntad divina? En todas las tierras el creyente es igualmente un peregrino y un extranjero; y, sin embargo, en cualquier región el Señor es la morada del creyente, como lo ha sido para todos Sus santos en todas las generaciones.
Podríamos echar de menos la protección de un monarca terrenal, pero cuando Dios dice: “te guardaré”, no estamos expuestos a ningún peligro real. Este es un bendito pasaporte para un viajero, y una escolta celestial para un emigrante.
Jacob no había abandonado nunca antes su hogar paterno: había estado siempre bajo la protección de la madre, y no había sido un aventurero como su hermano. Sin embargo, se fue lejos, y Dios fue con él. Llevaba poco equipaje, y no contaba con ayudantes; sin embargo, ningún príncipe viajó jamás con un protector personal más noble. Aun cuando dormía al aire libre, los ángeles lo cuidaban, y el Señor Dios le habló. Si el Señor nos ordena que vayamos, digamos con nuestro Señor Jesús: “Levantaos, vamos de aquí.”
Charles H. Spurgeon
2 Respuesta
El versículo “He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres” se encuentra en Génesis 28:15, y es parte de la promesa que Dios le hace a Jacob en un momento crucial de su vida. Este versículo encapsula la fidelidad y protección divina que Dios ofrece a Jacob y, por extensión, a Su pueblo.
Contexto del Versículo:
Este versículo aparece en la historia de Jacob, el hijo de Isaac y nieto de Abraham. Jacob estaba huyendo de su hermano Esaú después de haberlo engañado para obtener la bendición de su padre. En medio de su huida, Jacob llega a un lugar llamado Betel y, al dormir, tiene un sueño en el que ve una escalera que conecta el cielo y la tierra, con ángeles subiendo y bajando por ella. En este sueño, Dios se le aparece y reafirma el pacto que había hecho con Abraham y con Isaac, prometiendo que su descendencia sería numerosa y que la tierra donde estaba descansando sería dada a él y a sus descendientes.
Explicación del Versículo:
- “He aquí, yo estoy contigo”: Dios le asegura a Jacob Su presencia constante. A pesar de que Jacob se encuentra en un momento de incertidumbre y vulnerabilidad, Dios le promete que no está solo. Esta declaración de “yo estoy contigo” es una de las promesas más reconfortantes en la Biblia, subrayando que Dios no abandona a Sus elegidos, sino que está presente con ellos en todas las circunstancias.
- “Y te guardaré por dondequiera que fueres”: Esta parte de la promesa garantiza la protección divina. Dios le asegura a Jacob que lo protegerá en todos los lugares y situaciones a las que se enfrente. Es una promesa de seguridad y cuidado, sin importar las circunstancias o los lugares a los que la vida lo lleve.
- Relevancia de la Promesa: Esta promesa no solo tiene importancia inmediata para Jacob, sino que también se extiende a sus descendientes y, por implicación, a todos aquellos que confían en Dios. Es un recordatorio de la fidelidad de Dios y Su compromiso de guiar y proteger a aquellos que le siguen.
Significado Teológico:
El versículo enfatiza la naturaleza personal y cercana de Dios. A diferencia de los dioses lejanos e indiferentes de las culturas circundantes, el Dios de Jacob es un Dios que se involucra directamente en la vida de las personas, ofreciendo Su presencia y protección. Este compromiso de Dios con Su pueblo es una manifestación de Su gracia y fidelidad, que no depende de la perfección humana sino de Su propio carácter.
Aplicación Práctica:
Para los creyentes hoy, este versículo es un recordatorio poderoso de la presencia continua de Dios en nuestras vidas. Nos asegura que, sin importar dónde estemos o por lo que estemos pasando, Dios está con nosotros y nos protege. Esta promesa invita a la confianza y a la fe en Dios, especialmente en momentos de incertidumbre o miedo. También nos motiva a caminar con valentía, sabiendo que no estamos solos y que Dios tiene un plan y un propósito para nuestras vidas.
En resumen, Génesis 28:15 es una declaración de la fidelidad y protección de Dios, prometiendo Su presencia constante y Su cuidado a aquellos que le pertenecen. Es una promesa que sigue resonando con fuerza en la vida de los creyentes, brindando consuelo y seguridad en todas las etapas de la vida.
Muchas gracias por este aporte valioso que nos ayuda seguir bregando por los caminos del Señor.
Bendiciones!