Fomentar la participación
Fomentar la participación
¿Cómo pueden las iglesias fomentar la participación activa y significativa de todos sus miembros en la vida congregacional?
Fomentar la participación activa y significativa de todos los miembros en la vida congregacional es un objetivo importante para cualquier iglesia. La Biblia ofrece varios principios y ejemplos que pueden guiar a las iglesias en este esfuerzo:
1. **Reconocer y utilizar los dones espirituales**: – **1 Corintios 12:4-7**: “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.”
2. **Fomentar la unidad y el amor fraternal**: – **Efesios 4:15-16**: “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
3. **Enseñar y discipular**: – **Mateo 28:19-20**: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
4. **Promover la participación en la oración y el estudio bíblico**: – **Hechos 2:42**: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.”
5. **Servir a los demás**: – **Gálatas 5:13**: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.”
6. **Crear oportunidades para el servicio y la participación**: – **Romanos 12:4-8**: “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.”
Al aplicar estos principios bíblicos, las iglesias pueden crear un ambiente donde todos los miembros se sientan valorados y motivados a participar activamente en la vida congregacional.