¿Dios Padre se separo de Jesús al estar en la cruz?
¿Dios Padre se separo de Jesús al estar en la cruz?
Según Mateo 27:46 es correcto afirmar esto? si esta separación sucedió quiere decir que Jesús dejo de ser Dios en algún momento? Esto no atenta la unión Dios-Hombre de JESUS? afirmar esta separación es ortodoxo o se cae en la heterodoxia?
Del versículo de Mateo 27:46 nace una serie de preguntas que me gustaría pudiéramos estudiarlas ya que desde un perspectiva unitaria se cree que Dios es uno y eterno, y que Jesús cumple su rol como Hijo actuando conforme a la voluntad del Padre. Esta postura plantea cuestiones significativas sobre la coherencia de la doctrina trinitaria. Veamos algunas preguntas.
- Distinción de Voluntades
Las Escrituras muestran que Jesús y el Padre tienen voluntades distintas:
Mateo 26:39: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.”
Juan 6:38: “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.”
Estas citas evidencian que Jesús tenía su propia voluntad humana, que se sometió a la voluntad divina del Padre. Esto plantea una pregunta clave sobre la Trinidad:
Pregunta: Si Jesús y el Padre son una misma esencia y comparten una única voluntad, ¿cómo se explica esta distinción de voluntades que se refleja en sus acciones y palabras?
- Adoración por las Obras
Jesús es adorado principalmente por sus acciones redentoras, lo cual es evidente en varios pasajes bíblicos:
Romanos 8:34: “Cristo Jesús es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”
Hebreos 1:3: “Habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”
Apocalipsis 5:9-10: “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación.”
Estas escrituras destacan que la adoración a Jesús se centra en sus obras redentoras.
Pregunta: Si Jesús es co-igual y co-eterno con el Padre en la Trinidad, ¿por qué las Escrituras enfatizan la adoración a Jesús principalmente por sus obras, mientras que la adoración al Padre se basa en su esencia y eternidad?
- Experiencia de Abandono en la Cruz
El clamor de Jesús en la cruz plantea una cuestión crucial:
Mateo 27:46: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
Desde una perspectiva unitaria, este clamor refleja la experiencia humana de Jesús, no una ruptura en la esencia divina.
Pregunta: Si Jesús y el Padre son una misma esencia indivisible en la Trinidad, ¿cómo se explica esta experiencia de abandono que sugiere una separación? ¿No indica esto una distinción funcional y experiencial que va más allá de una mera unidad esencial?
- Unidad en Propósito, No en Esencia
Las Escrituras también sugieren que Jesús y el Padre tienen una unidad de propósito y misión, pero no necesariamente una unidad de esencia:
Juan 5:30: “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.”
1 Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”
Estas citas muestran que Jesús actúa en perfecta obediencia al Padre y que su rol como mediador es central en la obra de redención.
Pregunta: ¿Cómo puede sostenerse la doctrina de la Trinidad, que postula una única esencia divina, cuando las Escrituras indican una clara distinción de roles y una relación de obediencia y mediación? ¿No sugiere esto una relación funcional y no una unidad esencial?
Desde una perspectiva unitaria, se sostiene que:
- Jesús y el Padre tienen voluntades distintas, lo que sugiere una distinción en roles más que una unidad esencial.
- La adoración a Jesús se centra en sus obras redentoras, mientras que la adoración al Padre se basa en su ser eterno.
- La experiencia de abandono en la cruz refleja la plena humanidad de Jesús y su identificación con el sufrimiento humano, sin implicar una ruptura en la esencia divina.
- Jesús y el Padre tienen una unidad de propósito y misión, pero no necesariamente una unidad de esencia, lo que invita a reconsiderar la coherencia interna de la doctrina trinitaria.