DEVOCIONAL 30 DE JULIO
DEVOCIONAL 30 DE JULIO
- 30 de Julio
Tienen que nacer de nuevo.
Jua 3:7
De la pluma de Charles Spurgeon:
La regeneración es el verdadero fundamento de la salvación. Por lo tanto, debemos ser diligentes para saber con seguridad si hemos nacido de nuevo, ya que muchas personas creen que nacieron de nuevo y no es así. Que te consideres un cristiano no te otorga la naturaleza de ser un cristiano y haber nacido en un país que se considera cristiano no significa nada. Incluso, que otros te reconozcan como profesante de la fe cristiana carece de valor a menos que se añada algo: la experiencia de «nacer de nuevo». Y esta expresión parece ser tan misteriosa que las palabras humanas son incapaces de describirla.
«El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu» (Jua 3:8). Sin embargo, se trata de una transformación que se conoce y se siente; se conoce por las obras de santidad que produce y se siente por medio de la asombrosa experiencia de la gracia. Esta gran obra de la regeneración es sobrenatural, no es algo que uno pueda producir por sí mismo. Se trata de una nueva verdad que impregna nuestro corazón, que renueva el alma y afecta a la persona en su totalidad. No es un cambio de nombre sino una renovación de mi naturaleza de manera que no soy lo que solía ser, sino que me convertí en una nueva persona en Cristo Jesús. Lavar, embalsamar y preparar un cuerpo para la sepultura es algo muy distinto de volverlo a la vida. El hombre puede hacer lo primero, pero lo segundo solo es obra de Dios.
Por tanto, si naciste de nuevo, tu reconocimiento hasta el día de hoy será: «Oh Señor Jesús, eterno Padre, eres mi Padre espiritual. A menos que tu Espíritu me haya inspirado una vida nueva, santa y espiritual, yo estaría “[muerto] en [mis] transgresiones y pecados” (Efe 2:1). Mi vida celestial solo proviene de ti y a ti solo la atribuyo. Mi “vida está escondida con Cristo en Dios” (Col 3:3) porque “ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí” (Gál 2:20)».
Que el Señor nos permita tener la pacífica seguridad sobre este tema vital de «nacer de nuevo» dado que no haber sido regenerado implica no ser salvo ni perdonado, estar «sin esperanza y sin Dios» (Efe 2:12).
De la pluma de Jim Reimann:
Algunos creyentes profesantes evitan usar el término «cristiano nacido de nuevo». Sin embargo, como hemos visto hoy, Jesús le dijo a Nicodemo: «tienen que nacer de nuevo». De modo que es imposible ser cristiano sin nacer de nuevo. Jesús, la Palabra de Dios encarnada escogió con cuidado sus palabras, así que no se equivocó al usar este término en particular.
Uno de los más bellos aspectos de la expresión «nacer de nuevo» es que no solo se relaciona con nuestra salvación sino que también se relaciona con la naturaleza eterna de nuestra salvación. Aunque un creyente siga pecando y pueda caer en algún momento, nada le quitará su salvación. En otras palabras: habrá momentos en los que parecerá que está perdido, pero como no existe manera de revertir el proceso de nacimiento, jamás será un «no nacido». No obstante, nunca debiera usarse esta verdad para «[cambiar] en libertinaje la gracia de nuestro Dios» (Jud 1:4), sino que debiera servir como una motivación incluso mayor para llevar una vida piadosa y servir al Señor con fidelidad.
DEVOCIONALES DE CHARLES SPURGEON
VUELVAN A MÍ – JIM REIMANN