En la Biblia y la teología cristiana, la comprensión de los demonios y su origen varía ligeramente según diferentes tradiciones y denominaciones, pero hay varios puntos de consenso comunes:
Antiguo Testamento

1. Ángeles Caídos: La idea más común es que los demonios son ángeles caídos, seres que fueron creados originalmente por Dios como ángeles buenos pero que se rebelaron contra Él. La historia más referenciada es la de Lucifer, un ángel que se rebeló contra Dios y fue expulsado del cielo junto con otros ángeles que lo siguieron (Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:12-17).
2. Génesis 6:1-4: Este pasaje menciona a los “hijos de Dios” que tomaron esposas humanas, lo que produjo a los “nefilim”. Algunas interpretaciones sugieren que estos “hijos de Dios” eran ángeles caídos y que sus descendientes, los nefilim, son de alguna manera antecesores de los demonios.

Nuevo Testamento

1. Enseñanzas de Jesús: Jesús menciona a los demonios en varios pasajes del Nuevo Testamento, indicando que son espíritus malignos que pueden poseer a los seres humanos y que necesitan ser expulsados (Mateo 8:28-34, Marcos 5:1-20, Lucas 8:26-39). La existencia de demonios es presentada como una realidad y un desafío en su ministerio.
2. Apocalipsis 12:7-9: Este pasaje describe una guerra en el cielo en la que Miguel y sus ángeles luchan contra el dragón (identificado como Satanás) y sus ángeles. El dragón y sus ángeles son derrotados y expulsados del cielo a la tierra, sugiriendo que estos ángeles caídos se convierten en demonios.

Tradición Cristiana

1. Teología Patrística y Medieval: Los Padres de la Iglesia, como San Agustín, y teólogos medievales, como Santo Tomás de Aquino, desarrollaron la idea de los demonios como ángeles caídos. Estos seres eligieron libremente rebelarse contra Dios y, como resultado, fueron condenados al infierno. Tomás de Aquino, en particular, explicó que los demonios mantienen su naturaleza angélica pero que han pervertido su voluntad y su intelecto hacia el mal.
2. Satanás como Príncipe de los Demonios: En el cristianismo, Satanás es visto como el líder de los demonios. Se le considera el enemigo principal de Dios y de la humanidad, trabajando constantemente para corromper y destruir la creación de Dios.

En resumen, según la Biblia y la tradición cristiana, los demonios surgen principalmente como ángeles que se rebelaron contra Dios y fueron expulsados del cielo. Su propósito es oponerse a la voluntad divina y tentar a los seres humanos hacia el mal.