¿Predestinación o Libre Albedrío?
¿Predestinación o Libre Albedrío?
La doctrina de la predestinación es uno de los temas más profundos y debatidos en la teología cristiana. Según esta enseñanza, Dios ha escogido a ciertas personas para la salvación desde antes de la creación del mundo. Esto plantea una pregunta crucial:
¿Cómo reconciliamos la idea de la predestinación divina con el concepto del libre albedrío humano?
Argumentos Bíblicos a Considerar:
Predestinación:
- Efesios 1:4-5: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.”
- Romanos 8:29-30: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.”
Libre Albedrío:
- Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
- Deuteronomio 30:19: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.”
¿Cómo podemos entender la relación entre la predestinación y el libre albedrío en nuestra fe cristiana?
¿Son estas doctrinas necesariamente contradictorias, o hay una forma en que puedan coexistir armoniosamente?”
3 Respuesta
- Predestinación fuerte (Calvinismo):
- Dios elige soberanamente quién será salvo
- El libre albedrío está limitado por la naturaleza pecaminosa
- Libre albedrío (Arminianismo):
- Dios da a todos la capacidad de elegir o rechazar la salvación
- La gracia de Dios es resistible
- Posiciones intermedias:
- Molinismo: Dios usa su “conocimiento medio” para lograr sus propósitos respetando el libre albedrío
- Compatibilismo: La soberanía de Dios y el libre albedrío humano coexisten de alguna manera
- Perspectiva de “misterio”:
- Ambos conceptos se enseñan en la Biblia y son verdaderos, aunque no podamos reconciliarlos completamente
Reconciliar la idea de la predestinación divina con el concepto del libre albedrío humano es un desafío teológico y filosófico que ha ocupado a pensadores durante siglos. A continuación, se presentan varias perspectivas y enfoques que han surgido en este debate:
Compatibilismo
El compatibilismo es la posición que sostiene que el libre albedrío y la predestinación no son mutuamente excluyentes. Esta visión argumenta que nuestras decisiones pueden estar determinadas por factores previos y aun así ser libres si estamos actuando de acuerdo con nuestros deseos y motivaciones.
Jonathan Edwards y Tomás de Aquino son dos figuras prominentes que han defendido esta posición desde distintas perspectivas. Edwards argumentó que Dios ordena todo lo que sucede, pero de una manera que incluye nuestras decisiones libres. Aquino, por su parte, sostenía que Dios conoce y ordena todo, pero esto no quita la libertad del hombre, ya que la gracia divina perfecciona la libertad humana.
Teología Molinista
El molinismo, propuesto por Luis de Molina, introduce el concepto del conocimiento medio de Dios. Esta teoría sugiere que Dios tiene conocimiento de lo que cualquier persona haría en cualquier circunstancia posible. De esta manera, Dios puede predestinar eventos y elecciones sin anular el libre albedrío humano, ya que las decisiones humanas libres son tomadas en cuenta en el plan divino.
Perspectivas de la Teología Reformada y Agustiniana
En la teología reformada, particularmente en las enseñanzas de John Calvin, se enfatiza la soberanía absoluta de Dios. Calvin argumenta que, aunque Dios ha predestinado a algunos para la salvación, esto no elimina la responsabilidad moral humana. La idea es que la voluntad humana opera dentro del marco del plan divino.
Agustín de Hipona también defendía la predestinación, afirmando que la gracia de Dios es esencial para la salvación. Según Agustín, aunque la voluntad humana está limitada por el pecado, la gracia permite a las personas ejercer verdaderamente su libre albedrío.
Perspectivas Modernas y Existenciales
Karl Barth introdujo una perspectiva que enfatiza el misterio y la paradoja de la relación entre la elección divina y la respuesta humana. Para Barth, la predestinación debe entenderse a la luz de la revelación en Jesucristo, quien representa la elección divina de la humanidad.
C.S. Lewis, por otro lado, sostuvo que la omnisciencia de Dios no implica determinismo. Lewis argumentaba que Dios conoce nuestras decisiones, pero no las determina, preservando así nuestra libertad.
Perspectivas de la Teología Judía
En la teología judía, varios rabinos y filósofos han tratado de reconciliar la omnisciencia de Dios con el libre albedrío humano.
Maimónides y Saadia Gaon sostuvieron que aunque Dios conoce todo lo que sucederá, esto no contradice la capacidad humana de tomar decisiones libres. Maimónides, en particular, argumentó que la justicia divina requiere que los humanos tengan responsabilidad moral.
Nachmanides y Rashi también defendieron la coexistencia de la omnisciencia divina y el libre albedrío humano, señalando que el conocimiento perfecto de Dios no coarta la libertad individual.
Reflexión Final
La reconciliación de la predestinación divina con el libre albedrío humano puede entenderse mejor como un misterio teológico que trasciende la plena comprensión humana. Las diversas posiciones y enfoques, desde el compatibilismo hasta el conocimiento medio, ofrecen maneras de abordar esta cuestión sin resolver completamente la tensión inherente.
En última instancia, la relación entre la predestinación y el libre albedrío refleja las complejidades de la soberanía divina y la responsabilidad humana. Aunque no existe una respuesta definitiva que satisfaga a todos, el estudio y la reflexión sobre estas ideas pueden profundizar nuestra comprensión de la fe y de la naturaleza humana.
La doctrina de la predestinación y el libre albedrío es uno de los temas más profundos y debatidos tanto en la teología cristiana como en la judía. La reconciliación de estos conceptos plantea preguntas cruciales sobre la soberanía divina y la responsabilidad humana.
John Calvin (1509-1564) es conocido por su doctrina de la predestinación, que sostiene que Dios ha elegido desde la eternidad a quienes serán salvos. Para Calvin, la soberanía de Dios es absoluta y, aunque los humanos tienen responsabilidad moral, sus elecciones están dentro del plan divino. Opinión extraída de “Institución de la Religión Cristiana“.
Jonathan Edwards (1703-1758) argumentó que la soberanía de Dios y la responsabilidad humana no son mutuamente excluyentes. Sostuvo que Dios ordena todo lo que sucede, pero de una manera que incluye nuestras decisiones libres. Opinión extraída de “La libertad de la voluntad“.
Augustine de Hipona (354-430) defendía la predestinación y enseñaba que la gracia de Dios es esencial para la salvación, aunque veía la voluntad humana como limitada por el pecado. Opinión extraída de “La Ciudad de Dios” y “Confesiones“.
Thomas Aquinas (1225-1274) enseñaba que Dios, en su omnisciencia, conoce y ordena todo lo que sucede, pero esto no quita la libertad del hombre. Argumentaba que el libre albedrío es parte del diseño de Dios y que la gracia divina perfecciona la libertad humana. Opinión extraída de “Suma Teológica“.
Karl Barth (1886-1968) enseñaba que la predestinación debe entenderse a la luz de la revelación de Dios en Jesucristo. Creía que Dios ha elegido a la humanidad en Cristo, pero también enfatizaba el misterio y la paradoja de la relación entre la elección divina y la respuesta humana. Opinión extraída de “Dogmática Eclesiástica“.
C.S. Lewis (1898-1963) creía que Dios, siendo omnisciente, conoce nuestras decisiones, pero no las determina, manteniendo así nuestra libertad. Opinión extraída de “Cristianismo y nada más“.
En la teología judía también tenemos a rabinos y filósofos que opinaban al respecto.
Maimónides (1135-1204) sostuvo que aunque Dios conoce todo lo que sucederá, esto no contradice el libre albedrío humano. Argumenta que la capacidad de elección es una característica fundamental del ser humano y que la justicia divina exige la responsabilidad moral. Opinión extraída de “Guía de los Perplejos“.
Saadia Gaon (882-942) defendió la coexistencia del conocimiento divino y el libre albedrío humano. Argumenta que la omnisciencia de Dios no implica predeterminación de las acciones humanas, y que las personas tienen la libertad de elegir entre el bien y el mal. Opinión extraída de “El Libro de las Creencias y Opiniones“.
Nachmanides (1194-1270) aborda la cuestión del libre albedrío en su comentario sobre la Torá. Sostiene que aunque Dios tiene un conocimiento perfecto del futuro, este conocimiento no coarta la libertad de elección del individuo. Para Nachmanides, la omnisciencia de Dios y el libre albedrío humano son compatibles. Opinión extraída de “Comentarios sobre la Torá“.
Yehuda Halevi (1075-1141), en su obra “El Kuzari”, explora el concepto de la providencia divina y el libre albedrío. Halevi argumenta que aunque Dios guía el destino del pueblo de Israel, cada individuo tiene la capacidad de elegir sus propias acciones. La providencia divina se manifiesta a nivel nacional, mientras que el libre albedrío se mantiene a nivel personal.
Rashi (Rabí Shlomo Yitzchaki, 1040-1105) enfatiza en sus comentarios que los seres humanos tienen el libre albedrío para elegir entre el bien y el mal. Este concepto es fundamental para la responsabilidad moral y la justicia divina en la teología judía. En su comentario sobre Deuteronomio 30:19, que dice “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”, Rashi explica que Dios ha dado a los humanos la capacidad de elegir y que esta elección es fundamental para la vida y la prosperidad. Además, en su comentario sobre Génesis 4:7, donde Dios habla con Caín después de que Caín se enfada porque su ofrenda no fue aceptada: “Si haces lo bueno, ¿no serás enaltecido? Y si no haces lo bueno, el pecado está a la puerta; con todo, tú lo dominarás”, subraya la idea de que Caín tiene la capacidad de dominar sus impulsos y tomar decisiones morales. Rashi reconoce que Dios tiene conocimiento y control sobre el mundo, pero no anula la capacidad de los humanos para elegir libremente. Rashi ve la providencia y el libre albedrío como coexistentes de una manera que permite a Dios guiar el destino general de la humanidad mientras permite elecciones individuales.
La tensión entre la predestinación y el libre albedrío se aborda de diversas maneras en ambas tradiciones. Tanto en la teología cristiana como en la judía, se reconoce la soberanía de Dios y la responsabilidad humana. Los teólogos y filósofos citados han proporcionado enfoques que van desde el compatibilismo hasta el reconocimiento del misterio divino. Aunque no existe una única respuesta que satisfaga a todos, el estudio y la reflexión sobre estas opiniones pueden enriquecer nuestra comprensión y nuestra fe.