Mi Refugio(Devocional)
Mi Refugio(Devocional)
Mi Refugio
“Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás.” Salmos 32: 7
“El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.” Salmos 91: 1
Fuera de la ventana de mi cocina, cuatro niños jugaban al escondite. Tuve que reírme por los lugares graciosos que ellos escogían para esconderse.
Hace años, jugué ese mismo juego. En mi mente busque escondites que se sintieran lo suficientemente cómodos como para dormir. Otros, abruptos, fríos y duros. Como algunos extraños lugares que Dios selecciona para Sus hijos, Pensé.
Mi escondite en Dios – el lugar o circunstancia donde Su amor me guarda – talvez no sea cómodo para mi finito estándar humano. Pero sea placentero o doloroso por el momento, encaja en Su plan para mi protección. Allí, “bajo la sombra del Omnipotente” estoy a salvo de mis enemigos, como el orgullo, la ira, propia indulgencia y ansiedad. El me ha prometido guardarme a salvo, santo, separado para El; y lo hace – en su lugar escogido.
Mi Rey podria usar cualquier parte de la creación para guardarme en su presencia. Escondiendo al rebelde Jonás tres días en el vientre del “gran pez”, proveyó seguridad del mar, y prueba de su soberanía, y los transportó a Su lugar de ministerio. Escondiendo a Israel 400 años en la esclavitud de Egipto, Dios unificó a Su pueblo y los guardó de la corrupción de Canaán.
Confío en que El siempre elegirá el escondite para mí que me prepare mejor para los retos del mañana. Talvez no se vea o se sienta como el escondite designado por la sabiduría y mano amante de mi Padre. Pero descanso en El, El cumplirá Su propósito.
“Y te daré los tesoros escondidos”, mi Rey me asegura, “y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.” (Isaías 45:3)
Dios es mi refugio por siempre. Más, todos los días tengo una elección que hacer: ¿Descansaré pacíficamente en Su plan y provisión? ¿O intentaré huir de El como lo hizo Jonás? ¿Podrá alguien esconderse en un lugar en donde Dios no le vea?
El deseo de mi corazón es vivir en total unión con mi Rey. He muerto con El y ahora mi “vida está escondida con Cristo”. Cuando descanso en El, confío en que “en el día de tribulación, El me guardará en su tabernáculo…” El me guardará en el refugio de su presencia. Solo en El estoy a salvo. ¡Así que, estaré “quieto y veré que El es Dios”!
Mantenme escondido en ti, precioso Señor. Guárdame de presuntuosamente confiar en dejar el lugar seguro que has escogido para mi. Te amo y te agradezco, mi Rey y mi Dios.