DEVOCIONAL 26 DE JULIO
DEVOCIONAL 26 DE JULIO
- 26 de Julio
… la ira venidera.
Mat 3:7, RVR 1995
De la pluma de Charles Spurgeon:
Resulta sumamente placentero para nuestros sentidos caminar por el campo luego de una lluvia y percibir el aroma del pasto fresco y observar las gotitas que brillan como diamantes a la luz del sol. Ese es el lugar de un cristiano. Él viaja por un territorio donde una tormenta ha descargado su furia sobre la cabeza del Salvador y si todavía siguen cayendo algunas gotas de tristeza es porque se destilan de las nubes de misericordia, mientras Jesús le asegura que la lluvia no tiene la intención de destruir.
Sin embargo, qué inquietante es ver una tormenta que se acerca. Ver las señales de advertencia como los pájaros que bajan sus alas para protegerse, las reses que mantienen la cabeza gacha por temor, el cielo que se oscurece y oculta al sol, y los cielos que parecen entristecerse y enojarse. ¡Qué miedo da ver venir un huracán tropical! Aguardar aterrados la terrible fuerza del viento, poderoso como para arrancar árboles de raíz, quitar rocas de los cimientos y destruir casas en segundos.
Pecador, esta es tu condición actual. Todavía no ha caído una sola gota caliente, pero se aproxima una lluvia de fuego. Todavía no hay vientos feroces arremolinándose a tu alrededor, pero la tempestad de Dios está reuniendo su atemorizante artillería. Hasta ahora la misericordia de Dios ha retenido las inundaciones, pero pronto serán liberadas. Los rayos de Dios todavía están en el depósito, ¡pero cuidado! Se acerca la aterradora tormenta y qué horrible será aquel momento cuando Dios, vestido de venganza, finalmente avance con toda la furia.
¿Dónde, dónde, dónde, oh pecador, vas a esconderte? ¿Adónde huirás? Oh, que la mano de la misericordia de Dios te lleve ahora mismo hasta los pies de Cristo. Él está expuesto ante ti en el evangelio. Su costado perforado es tu roca de refugio. Sabes que lo necesitas. Por tanto, ¿por qué no crees en él y te refugias en sus brazos?
Entonces la furia de la tormenta se habrá ido por toda la eternidad.
De la pluma de Jim Reimann:
Casi todos los incrédulos desean enfocarse en un Dios de amor y no en un Dios de justicia. «Dios es amor» (1Jn 4:8), pero él también es un Dios justo y, por lo tanto, juzgará el pecado. Es más, cuando Jesús regrese, lo hará como el Juez que presenta batalla. Así es como Juan describe este evento futuro:
Luego vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco. Su jinete se llama Fiel y Verdadero. Con justicia dicta sentencia y hace la guerra … Lo siguen los ejércitos del cielo, montados en caballos blancos y vestidos de lino fino, blanco y limpio. De su boca sale una espada afilada, con la que herirá a las naciones. Apo 19:11; Apo 19:14-15
Y así lo describe Pablo:
Dios, que es justo, pagará con sufrimiento a quienes los hacen sufrir a ustedes. Y a ustedes que sufren, les dará descanso, lo mismo que a nosotros. Esto sucederá cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles, para castigar a los que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús. Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor. 2TS 1:6-9
DEVOCIONALES DE CHARLES SPURGEON
VUELVAN A MÍ – JIM REIMANN
1 Respuesta
¡BENDITO JESUCRISTO!
Cuando la Biblia dice que Dios salva al impío es porque es así.
El impío que Dios salva no es el impío que se deleita en hacer el mal y vivir siempre para sus deseos egoístas y perseguir en lograrlos.
Sino que el impío que Dios salva es aquel que se siente un miserable e indigno de la Gracia y el perdón de Dios. Es el que se considera a sí mismo como el primero de los pecadores.
Es aquel que en el fondo de su corazón sabe que no puede entregar la justicia de la Ley, sino que en arrepentimiento y Fe abraza la Justicia de la Fe.
Es aquel impío que en su caminar, aunque ve la maldad de su corazón, trata de cuidar la Gloria de Dios.
Vive en un constante arrepentimiento y Fe, en una constante lucha contra las corrupciones de su propio corazón.
“Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón,
y salva a los abatidos de espíritu” Salmos 34:18
“… mas al que no obra, sino que cree en Aquel que Justifica al impío,
su Fe le es contada por Justicia” Romanos 4:5