Predestinación
Predestinación
Si en el tema de la predestinación, la Biblia enseña que la autoridad está exclusivamente en Dios, quien en su soberanía deside quien será salvó y quién no, porque entonces en Lucas 11:5-6 Cristo enseña acerca de la insistencia en la oración?
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Predestinación y la Insistencia en la Oración
La doctrina de la predestinación enseña que Dios, en su soberanía, ha decidido quién será salvo y quién no. Sin embargo, esto no excluye la responsabilidad humana ni la importancia de la oración persistente, como se enseña en Lucas 11:5-6.
Predestinación y Soberanía de Dios
La predestinación se refiere a la elección soberana de Dios para salvar a ciertos individuos. Según esta doctrina, Dios, en su omnisciencia y omnipotencia, ha determinado de antemano quiénes serán salvos. Esto se basa en pasajes como Romanos 8:29-30 y Efesios 1:4-5, que hablan de la elección y predestinación de los creyentes .
Responsabilidad Humana y Libre Albedrío
A pesar de la soberanía de Dios en la predestinación, la Biblia también enseña la responsabilidad humana y el libre albedrío. Los seres humanos son llamados a responder al evangelio y a ejercer su fe en Cristo. Pasajes como Juan 3:16 y Romanos 10:9-10 enfatizan que la salvación está disponible para todos los que creen en Jesucristo .
La Insistencia en la Oración
En Lucas 11:5-6, Jesús enseña sobre la importancia de la persistencia en la oración a través de la parábola del amigo persistente. Aquí, Jesús anima a sus seguidores a ser constantes y perseverantes en sus oraciones, confiando en que Dios escucha y responde.
Relación entre Predestinación y Oración
La enseñanza de la predestinación no contradice la necesidad de la oración persistente. De hecho, la oración es un medio a través del cual Dios realiza sus propósitos soberanos. La oración persistente demuestra fe y dependencia de Dios, y es un acto de obediencia y comunión con Él. Además, la Biblia nunca describe a Dios rechazando a alguien que lo busca sinceramente (Deuteronomio 4:29) .
Conclusión
La predestinación y la insistencia en la oración no son conceptos mutuamente excluyentes. Dios, en su soberanía, ha elegido a los que serán salvos, pero también ha ordenado que la oración sea un medio por el cual sus propósitos se cumplan. La persistencia en la oración es una demostración de fe y confianza en Dios, y es una práctica que Jesús mismo enseñó y modeló.