Disciplina iglesias
Disciplina iglesias
¿Qué dice la Biblia acerca de la disciplina en la iglesia / excomunión?
2 Respuesta
El proceso de disciplina en la iglesia se describe en Mateo 18:15-17, donde Jesús instruye a sus discípulos sobre cómo tratar con un hermano que peca:
1. Confrontación Privada: Primero, se debe hablar con el pecador en privado. Si se arrepiente, el asunto queda resuelto.
2. Testigos: Si no se arrepiente, se debe llevar a uno o dos testigos para confirmar el asunto.
3. Ante la Iglesia: Si aún se niega a arrepentirse, el asunto debe ser llevado ante la iglesia.
4. Excomunión: Si el pecador persiste en su pecado, debe ser tratado “como un gentil y un publicano”, es decir, ser excluido de la comunidad.
Propósito de la Disciplina
El propósito de la disciplina no es ser cruel o punitivo, sino actuar en amor y obediencia a Dios, buscando el arrepentimiento y la restauración del individuo. La disciplina también protege la pureza y el testimonio de la iglesia.
Ejemplo en la Iglesia de Corinto
Un ejemplo bíblico de disciplina se encuentra en 1 Corintios 5:1-13, donde Pablo instruye a la iglesia de Corinto a excomulgar a un miembro que vivía en pecado grave e impenitente. Pablo enfatiza que un poco de levadura leuda toda la masa, indicando que el pecado no tratado puede corromper a toda la comunidad.
Gradualidad y Amor
La disciplina debe ser gradual y siempre realizada con amor. Comienza de manera privada y solo se hace pública si es necesario. El objetivo es siempre la restauración del pecador y el bienestar espiritual de la iglesia.
Autoridad de la Iglesia
La iglesia tiene la autoridad de disciplinar a sus miembros dentro del contexto del cuerpo de la iglesia. La excomunión es el paso final y más severo de la disciplina, que implica la separación formal del individuo de la comunión y participación en la iglesia.
En resumen, la Biblia enseña que la disciplina en la iglesia es un proceso necesario y amoroso para tratar con el pecado, proteger la pureza de la comunidad y buscar la restauración del pecador. La excomunión es el último recurso cuando un miembro persiste en su pecado sin arrepentirse.