La biblia no especifica. Lo importancia es cumplir la ordenanza

La Biblia no especifica de manera explícita si la Cena del Señor debe celebrarse con una sola copa compartida o con copitas individuales. Sin embargo, podemos revisar los pasajes bíblicos que describen la institución de la Cena del Señor para entender mejor el contexto.

En el Evangelio de Mateo, se describe la institución de la Cena del Señor de la siguiente manera:”Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos” (Mateo 26:27).

En el Evangelio de Marcos, se menciona de manera similar:”Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos” (Marcos 14:23).

En el Evangelio de Lucas, también se describe:”Y tomando la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros” (Lucas 22:17).

Estos pasajes indican que Jesús tomó una copa y la compartió con sus discípulos. Sin embargo, no se menciona específicamente si esto debe ser una práctica normativa para todas las celebraciones futuras de la Cena del Señor.

En 1 Corintios 11:25-26, el apóstol Pablo también hace referencia a la Cena del Señor:”Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así pues, todas las veces que comiereis este pan y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.”

En resumen, la Biblia describe que Jesús tomó una copa y la compartió con sus discípulos, pero no establece una regla específica sobre si debe usarse una sola copa o copitas individuales en la celebración de la Cena del Señor. La decisión puede depender de las prácticas y tradiciones de cada congregación.

lo importante de la cena es cenar, haciendolo para Dios.

La Respuesta de Strd muy interesante, ciertamente lo importante es el Significado más que la literalidad del hecho..

Ahora entendamos algo.. las comunidades (la iglesia) se reunían en casa por lo que el hecho de tener una sola copa no representaría problema, a diferencia del día de hoy donde una iglesia puede tener desde cientos a miles de personas…

Por lo que el tomar de una solo y misma copa sería muy complejo..

Personalmente creo que lo más importante en la celebración de la Cena del Señor no es la copa en sí, sino lo que contiene: el vino, que simboliza la sangre de Cristo derramada por nuestros pecados. Durante la Última Cena, Jesús tomó una copa y la compartió con sus discípulos, y el vino que contenía representaba su sangre del nuevo pacto. Jesús dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros” (Lucas 22:20).

La copa es solo un medio para distribuir el vino, y su función principal es ayudar a los creyentes a participar juntos en este recordatorio del sacrificio de Jesús. Ya sea usando una sola copa compartida o copitas individuales, lo esencial es mantener el enfoque en el simbolismo del vino.

Participar en la Cena del Señor nos permite recordar y proclamar el sacrificio de Jesús y fortalecer nuestra unidad como cuerpo de Cristo. “Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, proclamáis la muerte del Señor hasta que Él venga” (1 Corintios 11:26). La intención y la actitud con la que participamos son cruciales; debemos hacerlo con reverencia, gratitud y reflexión sobre lo que Jesús hizo por nosotros. Pablo nos advierte: “De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor” (1 Corintios 11:27).

Dado que el énfasis está en el simbolismo del vino, las iglesias pueden tener flexibilidad en cómo distribuirlo. Ya sea usando una sola copa compartida o copitas individuales, lo esencial es mantener el enfoque en lo que el vino representa.

Esta flexibilidad permite a las congregaciones adaptarse a diferentes circunstancias, como consideraciones de salud pública o tradiciones locales, sin perder el significado central del sacramento (Santa Cena).

En resumen, la forma específica de distribuir el vino puede variar según las prácticas y circunstancias de cada iglesia, pero lo más importante es lo que representa: la sangre de Cristo, el sacrificio que hizo por nuestra redención. “En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7).