Textos explícitos que respalden la doctrina de la Trinidad en el Antiguo Testamento?

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Textos explícitos que respalden la doctrina de la Trinidad en el Antiguo Testamento?

Textos explícitos que respalden la doctrina de la Trinidad en el Antiguo Testamento?

Baudilio Nuevo comentario publicado 14 de diciembre de 2024

Textos explícitos que respalden la doctrina de la Trinidad en el Antiguo Testamento

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Gén 1:26 Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo».

Bernabe Pregunta respondida 25 de julio de 2024
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La doctrina de la Trinidad, tal como se entiende en el cristianismo, no se presenta de manera explícita en el Antiguo Testamento. Sin embargo, hay varios pasajes que los teólogos cristianos interpretan como indicios de la pluralidad en la naturaleza de Dios. Aquí hay algunos ejemplos:

1. **Génesis 1:26**: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.”

2. **Génesis 3:22**: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.”

3. **Génesis 11:7**: “Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.”

4. **Isaías 6:8**: “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.”

5. **Isaías 48:16**: “Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu.”

Estos versículos no presentan una doctrina trinitaria explícita, pero los cristianos los interpretan como indicios de una pluralidad en la unidad de Dios. La doctrina de la Trinidad se desarrolla más claramente en el Nuevo Testamento.

Francopado Pregunta respondida 30 de junio de 2024
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Gén 1:26 NTV Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo».

Baudilio Pregunta respondida 16 de junio de 2024
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Ni en el antiguo ni en el nuevo testamento, No existe ningún pasaje que defina o conceptualice la doctrina de la trinidad ni explícita ni implícitamente. No hay tres dialogando entre ellos, no hay tres en actividad simultanea, no hay tres que tengan tres tronos en el cielo, el etc. Entonces de dónde surge la idea de que son tres?
Claramente en las sagradas escrituras Dios se define así mismo como Uno y Único. Dt 6:4, Sal 72:18, Jn 5:44. Stg 2:19.
jamás Dios usa el número tres para definirse así mismo, no pensemos más allá de lo que está escrito.

Bendiciones!

Neida_Lesly Pregunta respondida 16 de junio de 2024
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LA TRINIDAD DIVINA A LA LUZ DE LA BIBLIA Jes ̇s… “Les hablÛ diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por
tanto, id, y haced discÌpulos en todas las naciones, bautiz·ndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del EspÌritu Santo”. Mateo 28:18-19
Una doctrina trascendental. El tema es, en efecto, sumamente importante y constituye uno de los fundamentos b·sicos de nuestra fe. Puede decirse que sin la Trinidad de Dios, resultarÌa incomprensible, por no decir imposible, cuanto las Escrituras nos enseÒan acerca de nuestra salvaciÛn. Pero este no es un tema para especular, sino para adorar.
La doctrina de la SantÌsima Trinidad se halla claramente contenida en la Biblia. Es cierto que no aparece ni una sola vez la palabra “Trinidad” en los textos sagrados; pero la Trinidad Divina esta presente en las p·ginas de la Biblia. Las Sagradas Escrituras no demuestran la Trinidad: la muestran.
Esta doctrine ha sido enseÒada y sostenida por la Iglesia cristiana desde los primeros tiempos, siendo normalmente expresada en la siguiente fÛrmula: Dios es uno en esencia, pero subsiste en tres personas: el Padre, el Hijo y el EspÌritu Santo. O dicho de otra manera: Dios es ̇nico, pero existe eternamente con tres distinciones bajo la figura de personas.
Debe admitirse que la palabra ́personaa, en ese sentido trinitario, no esta enteramente libre de objeciÛn, pero parece cosa entendida por los escritores ortodoxos que no hay una palabra mejor. La objeciÛn es que no puede aplicarse en su acepciÛn com ̇n, esto es como se aplica a los seres humanos. Por ejemplo, persona, en el uso ordinario del tÈrmino, significa un ser distinto e independiente; asÌ es que una persona es un ser, y cien personas son cien seres. Pero en la Divinidad hay tres personas y UN SOLO SER.
Adem·s, el vocablo ́personaa, para nosotros expresa solamente ópor lo generaló la idea de personalidad o individuo, pero la palabra griega para persona, significa simplemente apariencia, aspecto exterior visible de un ser humano, animal o cosa.
Es decir, no se trata del ser mismo, sino de la apariencia o aspecto exterior visible de ese ser. Dicho de otro modo: el Padre, el Hijo y el EspÌritu Santo son tres manifestaciones o revelaciones

que Dios hace de SÌ mismo al mundo y por medio de las cuales el mundo puede ver y conocer a Dios.
Es verdad que el hecho ólo tenemos que confesaró sobrepasa a nuestra comprensiÛn, pues no se conoce nada comparable en el mundo de nuestra experiencia. Por eso es muy f·cil caer en ideas confusas y errores. Pero el hecho de que la doctrina de la Trinidad este por encima de nuestra comprensiÛn, no quiere significar que este en contra de nuestra razÛn.
Todas las ilustraciones para explicar racionalmente la Trinidad se prestan a establecer conceptos pobres e inadecuados. SÛlo como ejemplo de la posibilidad de combinar las ideas de unidad y pluralidad, pensemos en el rayo de luz, ̇nico, que al atravesar el prisma de cristal se descompone en los siete colores del arco iris.
La Trinidad y las ciencias exactas
Consideremos ahora el Universo fÌsico que deberÌa reflejar a su Creador, como es lÛgico, de una manera muy Ìntima, y descubriremos que toda la Naturaleza parece haber sido diseÒada para revelarnos la Trinidad. Todo la conocido del Universo puede ser clasificado bajo los tÌtulos de espacio, materia y tiempo.
Ahora bien, el espacio, por lo menos en la medida en que lo comprendemos, consiste exactamente de tres dimensiones, cada una igualmente importante y absolutamente esencial. No habrÌa espacio, ni realidad alguna, si hubiera solamente dos dimensiones. Existen tres dimensiones distintas, y con todo cada una de ellas abarca la totalidad del espacio.
Sin embargo, hay un solo espacio. Notemos que para calcular el contenido c ̇bico de cualquier espacio limitado no se suma la longitud mas el ancho y mas la profundidad, sino que se multiplican esas medidas. De modo an·logo, la matem·tica de la Trinidad no es 1 + 1 + 1 = 1, como pretenden burlonamente los: Testigos de Jehov·, sino 1 x 1 x 1 = 1.
El Dr. Nathan Wood, antiguo presidente del Colegio Gordon, ha demostrado que la doctrina de la Trinidad no sÛlo es matem·ticamente cierta, sino que esta reflejada en toda ciencia exacta de una manera maravillosa, y con un espÌritu cientÌfico libre de las restricciones del ·tomo materia, Èl propuso lo que llamÛ la ley de la trinidad universal.
Se trata de un estudio muy interesante. La ley que propone, reconoce que existe una estructura b·sica en la creaciÛn universal. Se ve obligado a aceptar el ente fÌsico y el espiritual y a establecer entre ambos una estructura com ̇n obvia. La ciencia, anteriormente, habÌa insistido en la existencia de una sustancia com ̇n, pasando por alto la posibilidad de que esa estructura com ̇n fuera la clave m·s segura para la exploraciÛn de lo desconocido. Sin dejar de ser simple ni universal, la ley de la triunidad satisface cualquier demanda intelectual. He aquÌ en su expresiÛn m·s simple:
Concepto: 1 x 1 x 1 = 1
Concepto: 1 x 1 x 0 = 0

AplicaciÛn:
Largo x Ancho x Alto = Espacio
EnergÌa x Movimiento x FenÛmeno = Materia Futuro x Presente x Pasado = Tiempo Espacio x Materia x Tiempo = Universo Padre x Hijo x EspÌritu Santo = Dios
Como puede verse, cada unidad es absoluta en sÌ misma, pero ninguna podrÌa existir por sÌ misma. Esta es la ley de la triunidad absoluta. AsÌ como Dios es Tres en Uno, El ha implantado esta uniformidad en sus creaciones. No cabe duda de que esta estructura es la huella de DIOS”.
Apelando a la Biblia
Pero para descubrir claramente el hecho de la Trinidad Divina hemos de recurrir a la Biblia. En el Antiguo Testamento se enfatiza mucho la idea de un Dios ̇nico, en contraste con los m ̇ltiples dioses falsos de los paganos. Y el Nuevo Testamento corrobora este aspecto de la unicidad de Dios. El Ènfasis de la Biblia en este punto ha llevado a los ́Testigos de Jehov·a a rechazar la idea de la Trinidad; sin embargo, esta aparece en la Biblia con la misma claridad que la anterior. Y estudiando el asunto a la luz de las Sagradas Escrituras, encontramos lo siguiente:
Que desde el principio de la Biblia, Dios se revela como un Ser ̇nico pero m ̇ltiple a la vez. Es innegable para todo conocedor de la lengua hebrea, que Elohim, el primer nombre con que se designa a la Divinidad, es un plural.
Esta palabra, que, en efecto, aparece ya en el primer versÌculo del GÈnesis, es ciertamente la forma plural del tÈrmino Elohim. La mayor parte de los teÛlogos, eminentes por su piedad y por su saber, han visto en este vocablo un indicio de pluralidad de personas en la naturaleza divina.
El rabino judÌo SimeÛn-ben-Joachi, en su comentario sobre la sexta secciÛn del LevÌtico, explica el valor de esta palabra, en estos notables tÈrminos: ́Observemos el misterio de la palabra Elohim; encierra tres grados tres partes; cada una de estas partes es distinta y es una por sÌ misma, y, no obstante, son inseparables la una de la otra; est·n unidas juntamente y forman un solo todo.a
An·lisis de un texto revelador
En Deuteronomio 6:4, hallamos estas palabras notables que cada judÌo temeroso de Dios est· obligado a repetir cada dÌa: “Oye, Israel: el SeÒor nuestro Dios, el SeÒor uno es.”. Estas palabras son citadas, tanto por los judÌos como por los ́Unitariosa y los ́Testigos de Jehov·a, como prueba m·s absoluta contra los Trinitarios. Pero precisamente estas mismas palabras, leÌdas en hebreo, constituyen toda una revelaciÛn y contienen la m·s segura y clara prueba que pueda

hallarse en toda la Biblia a favor de la Trinidad: “SCHEMA, ISRAEL: ADONAI ELOHENU, ADONAI EJAD”.
En efecto, al analizar por vÌa de exÈgesis el texto original descubrimos tres partÌculas claves importantÌsimas que arrojan una luz deslumbradora para captar el profundo sentido de esta solemne declaraciÛn, lo cual ó°maravillosa prueba filolÛgica de inspiraciÛn verbal!ónos demuestra que Dios sabÌa lo que hacÌa cuando inspirÛ a MoisÈs a escribir estas palabras y no otras. Veamos:
ADONAI: literalmente significa: ́Mis SeÒores (de ́Adona: SeÒor, y ́aia: Mis).
ELOHENU: es conjunciÛn posesiva del pronombre de la primera persona del plural que se
designa, significando. ́Nuestros Diosesa.
EJAD: expresa la idea de unidad colectiva.
En hebreo se usan dos palabras para indicar el significado de uno. La palabra uno, en el sentido de ̇nico, es decir, que se emplea para designar una unidad absoluta; es ́JACHIDa (Jueces 11:34). Este tÈrmino nunca es usado para designar la unidad divina.
En cambio, cuando dos o varias cosas se convierten en una por una Ìntima uniÛn o identificaciÛn, el vocablo hebreo que se emplea en la Sagrada Escritura es ́EJADa, que significa una unidad compuesta de varios (Gen. 2:24; Jue. 20:8). Esta palabra es la que siempre se use para designar la unidad divina.
Por lo tanto, nuestro texto, literalmente vertido del original hebreo, quedarÌa traducido correctamente asÌ: ́ESCUCHA, ISRAEL: MIS SE—ORES NUESTROS DIOSES, MIS SE—ORES UNO COMPUESTO ES.
SÌmbolos y figures de la Trinidad
Hallamos en casi toda la Biblia la idea de la pluralidad de personas divinas, lo cual significa que la doctrine de la SantÌsima Trinidad tiene su apoyo en las Sagradas Escrituras desde el GÈnesis hasta el Apocalipsis.
Tres veces ónada menos que tres vecesó se usa en los once primeros capÌtulos de la Biblia el plural NOS para designar a la Divinidad. La primera vez se habla de la pluralidad de personas divinas en relaciÛn con la creaciÛn del hombre: Gen. 1:26; la segunda vez, en relaciÛn con el pecado del hombre: Gen. 3:22; y la tercera vez, en relaciÛn con el juicio de los hombres: Gen. 11:7.
Resulta curioso e instructivo notar que las tres grandes fiestas religiosas celebradas tres veces al aÒo por el pueblo judÌo muestran tambiÈn un sÌmbolo de la gloriosa Trinidad: la Fiesta de los Tabern·culos: Dios Padre; la Fiesta de la Pascua: Dios Hijo; y la Fiesta de PentecostÈs: Dios EspÌritu Santo.

Veamos aquÌ algunos textos que nos iluminan y son muy convincentes en los que se mencionan claramente a las tres divinas personas juntas: Gen. 1:1-3; Sal. 33:6; Isa. 48:16 (comparado con 1Cor. 12:3-6 y Efes. 4:4-6); Isa. 61:1-2 con Lucas 4:16-21; 61:1-2 con Luc. 4:16-21, Mat. 3:13- 17; 28:19; 2Cor. 13:14; Efes. 2:18; Apoc. 1:4-5. Curiosa la experiencia de Jacob en aquel combate que sostuvo cuerpo a cuerpo con Dios. Jacob vio al SeÒor cara cara en una TheofanÌa bajo la apariencia de un ·ngel, y hablÛ con El.
Pero lo que no dice un escritor lo agrega otro y arroja m·s luz sobre un pasaje. AsÌ, Oseas nos muestra el contexto del episodio de la lucha de Jacob con Jehov·, y nos dice: “VenciÛ al ·ngel, y prevaleciÛ; llorÛ, y le rogÛ; en Bet-el le hallÛ, y allÌ hablÛ con nosotros” (12:4). Notemos el extraÒo plural. No nos sugiere otra vez la pluralidad de personas divinas en la Trinidad?
La Trinidad en acciÛn
El Padre es toda la plenitud de la divinidad invisible: Juan 1:18; el Hijo es toda la plenitud de la divinidad manifestada: Juan 1:14-18 y Col. 2:9; el EspÌritu Santo es toda la plenitud de la divinidad obrando directamente sobre la criatura: 2.8 Cor. 2: 9-16.
En Efesios 1:3 al 14 vemos a la Trinidad actuando para el hombre:
La obra del Padre: bendice (v. 3), escoge (v. 4), predestina (v. 5). øPara que? Para alabanza de su gloria (v. 6).
La obra del Hijo: redime por su sangre (v. 7), perdona los pecados (v. 7), descubre el secreto de su voluntad (v. 9), reune todas las cosas en El (v. 10). øPara que? Para alabanza de su gloria (v. 12).
La obra del EspÌritu Santo: sella (v. 13). øPara que? Para alabanza de su gloria (v. 14).
Por lo tanto, el Padre ejerce la soberanÌa y decreta los consejos determinados por la Trinidad: 1Cor. 15:24-28 y Efes. 1:3-6, el Hijo ejecuta los consejos divinos: Hebreos 10:7; y el EspÌritu Santo los desarrolla y aplica. Lo expuesto se pone de manifiesto tanto en la CreaciÛn como en la RedenciÛn.
Considerando un texto clave
Se impone aquÌ un pequeÒo comentario en torno al texto de Mat. 28:19: “Bautizandolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Santo EspÌritu”. Notemos que el bautismo cristiano esta conectado con el nombre de cada persona de la Divinidad. No hay una interpretaciÛn propia de este lenguaje que no coloque en igualdad al Padre, al Hijo y al EspÌritu Santo.
Si se reconoce la Deidad de una de estas personas, queda reconocida la de las tres. Es imposible hacer una distinciÛn v·lida con respecto a la igualdad y semejanza. Si la Deidad del Padre es reconocida por todos los que creen que hay un Dios, con respecto al Hijo y al EspÌritu, quien podrÌa oÌr sin horrorizarse que el nombre de un profeta o un ·ngel sustituÌa al de uno de ellos? øPor quÈ?

Por causa de la inconsecuencia impÌa de exaltar a una criatura hasta igualarla con Dios. øCÛmo sonarÌa, por ejemplo, esta fÛrmula bautismal?: ́Bautizad en el nombre del Padre, y de MoisÈs, y de una fuerza activaa øNo serÌa esto peor que una blasfemia grosera?
Pero el nombre del Hijo y el nombre del EspÌritu Santo est·n juntos con el del Padre, y la uniÛn es tan importante que la validez del bautismo es inseparable de ella. Si el Padre es Dios, el Hijo y el EspÌritu deben ser Dios tambiÈn, porque de lo contrario el texto pierde su sentido natural.
Asimismo, si el Padre y el Hijo tienen personalidad, debe igualmente tenerla el EspÌritu, pues serÌa absurdo bautizarse en el nombre (?) de una <:fuerza> o de una simple ́influenciaa, en conexiÛn con el nombre del Padre y del Hijo.
Esta clarÌsimo que, en la ultima comisiÛn de Cristo, la referencia al Padre, al Hijo y al EspÌritu Santo es a personas y no a ́energÌas activasa, puesto que las influencias, por carecer de personalidad, no pueden tener nombre propio.
Que el EspÌritu Santo tiene atributos de personalidad propia, es una verdad irrefutable a la luz de los textos bÌblicos, pues lo que hace el EspÌritu no puede hacerlo una mere influencia impersonal. Al EspÌritu Santo se le atribuye una mente: Rom. 8:7, 27; habla y comisiona: Hech. 10:19-20 y Apoc. 2:7; intercede y ayuda: Rom. 8:26 y Heb. 7:25; llama, selecciona y da ordenes: Hech. 13:2,4; aprueba decisiones: Hech. 15:28;
Prohibe y cuida: Hech. 16:6-7; dirige: Hech. 20:28; enseÒa y recuerda: Juan 14:26; redarguye al mundo de pecado: Juan 1 distribuye dones seg ̇n su voluntad: 1Cor. 12:11; puede ser entristecido: Efes. 4:30; resistido: Hech. 7:51; insultado: Heb. 10:29; mentido: Hech. 5:3; blasfemado y ofendido: Mat. 12:31-32. Ahora bien, si el EspÌritu Santo puede expresarse hablando, es porque tiene personalidad; si distribuye dones como El quiere, denota voluntad; si enseÒa indica que posee inteligencia; si consuela, denota emociones; si recuerda, indica conocimiento; si redarguye, es porque tiene discernimiento de las cosas; y si esta dotado de la capacidad de amar (Rom. 15:30), es porque posee, sentimientos. øPuede una fuerza impersonal tener todas estas facultades?
Comparando las tres Divinas Personas a un nivel de com ̇n igualdad.
Finalmente, consideremos algunos de los tÌtulos, personales, obras y hechos atribuidos igualmente a cada una de las tres personas de la Trinidad Divina. Creemos que con ello la evidencia trinitaria se hace irrefutable a la luz la Palabra de Dios.
Los cristianos tenemos un Padre que es llamado Dios, Rom. 1:7, Efes. 4.6. Un Hijo que es llamado Dios: Rom. 9: 5; Tito 2:13; Heb. 1:8. Un EspÌritu Santo que es llamado Dios: Hech. 5:3- 4; 28:25-27 comparado con Isa. 6:8-10. Y si son llamados Dios es porque los tres son el mismo Dios.
El nombre de Dios el Padre es Jehov·: Neh. 9:6. El es llamado tambiÈn Jehov·: Jer. 23:5-6. Y el EspÌritu Santo igualmente es identificado con el nombre de Jehov· Heb. 3:7-9 comparado con Ex. 17:7.

El Padre como Jehov· Dios: 2Sam. 7:22; Oseas. 1. El Hijo como Jehov· Dios: Juan 20:28. (Al dirigirse a Cristo con esta reverente expresiÛn, el apÛstol Tomas le est· aplicando el titulo y el nombre sagrados que ̇nicamente pertenecen a Jehov· Dios: Isa. 41:13.) El EspÌritu Santo como Jehov· Dios: Hech. 7:51 comparado con 2Rey. 17:14. El Padre es el Dios de Israel: Salm. 72:18. El Hijo es el Dios de Israel: Luc. 1:1-17 (los pecadores se convertÌan a Cristo); v.68 comparado con Zac. 2:10 y Juan 1:14. El EspÌritu Santo es el Dios de Israel: 2Sam. 23:2-3.
En efecto, los judÌos ya creÌan en Jehov· Dios, pero no creÌan en Jesucristo; por lo tanto, necesitaban convertirse al MesÌas. Notemos como en el v. 17 de Luc. 1, se observa una identidad entre Jes ̇s-MesÌas y Jehov·. Lo que en la profecÌa se dice de Jehov·, aquÌ Lucas lo aplica al MesÌas.
El Padre es nuestro SeÒor: GÈn. 15:2; Mar. 12:29. El Hijo es nuestro SeÒor: Hech. 10:36, 1Cor. 8:6; Fil. 2:11. El EspÌritu Santo es nuestro SeÒor: 2Cor. 3:16-17.0 Entonces, cuantos SeÒores tenemos los creyentes? Mat. 4:10; 6:24; Efes. 4:5.
El Padre es eterno: Sal. 90:2; 93:2; Heb. 1:10-12. El Hijo es eterno: Prov. 8:22-23, Juan 1:1, 8:58; Heb. 7:3, 13:8. El EspÌritu Santo es eterno: Heb. 9 14.
El Padre es omnipotente: Gen. 17:1; 2Cron. 20:6 Efes. 1:19. El Hijo es omnipotente: Mat. 28:18; Efes. 1. 20-23; Apoc. 1:8 (comparar con v. 7 y vs. 11, 17 y 18), 3:7 (comparado con Hech. 3:14 y Apoc. 19:11-13). El EspÌritu Santo es omnipotente: Isa. 30:27-28, Zac. 4:6; Rom. 15: 13-19.
El Padre es omnipresente: Jer. 23:23-24, Heb. 4:13. El Hijo es omnipresente: Mat. 18:20; 28:20; Juan 3:13. El EspÌritu Santo es omnipresente: Sal. 139:7-12, Juan 14:17; 1Cor. 3:16.
El Padre es omnisciente: Sal. 139:1-6, Dan. 2:20-22. El Hijo es omnisciente: Juan 16:30; 21:17; Col. 2:2~3. El EspÌritu Santo es omnisciente: Juan 14:26, 1Cor. 2:10-11. a Juan 2:20-27.
El Padre es la vida: Sal. 36:9; Hech. 17:25-28. El Hijo es la vida: Juan 1:4; 11:25; 1Juan 5:12. El EspÌritu Santo es la vida: Job 33:4; Rom. 8:2-11.
El Padre es el Creador: Gen. 1:1, 26; 2:7; Isa. 45:12-18; 48:12-13; Neh. 9:6. El Hijo es el Creador: 1:3; Col. 1:15-17; Sal. 33:4; Heb. 1:2; 11:3 (comparemos GÈn. 1:3 óY dijo Diosó la Palabra, el Verbo eterno y con 1:26 tambiÈn de (GÈn.). El EspÌritu Santo es el Creador: Gen. 1:2, 26; 2:7; Mal 2:15; Job 33:4; 26:13; Sal 104:27-30. AsÌ pues, en el gran escenario de la CreaciÛn a Dios creando: el Padre. A Dios hablando: el Hijo Dios actuando: el EspÌritu Santo.
El Padre es el Salvador: Isa. 43:3, 11; 45:21; Luc. Tito 3:4. El Hijo es el Salvador: Mat. 1:21; Luc. 2:11 2:13. El EspÌritu Santo es el Salvador: 1.8 Cor. 6:11 parado con 1.8 Juan 1:7; Heb. 9:14; Tito 3:5. (La salvaciÛn es, pues, atribuida a cada una de las personas de la Deidad: 2Cor. 1:21-22.)
El Padre es el Pastor: Sal. 23:1; Eze. 34:11-12; el es el Pastor: Juan 10:11, 14-16; el EspÌritu Santo es Pastor: Isa. 63:14. (Podr· pastorear una fuerza impersonal.

El Padre es el autor de la regeneraciÛn: Juan 1:12,13; El Hijo es el autor de la regeneraciÛn: 1Juan 2:29; el EspÌritu Santo es el autor de la regeneraciÛn: Juan 3:5,6; (En la operaciÛn del nuevo nacimiento espiritual interviene, por tanto, la Trinidad: Tito 3:4-6.)
El Padre obrÛ la resurrecciÛn de Jesucristo: 1Cor. 6:14. El Hijo obrÛ su propia resurrecciÛn: Juan 2:19-22; 10:17-18. El EspÌritu Santo obro la resurrecciÛn de Cristo: Rom. 8:11; 1Ped. 3:18
Los hijos de Dios tenemos comuniÛn con cada una de las personas de la Trinidad: nuestra comuniÛn es con el Padre y el Hijo (lJuan 1:3); y con el EspÌritu (Fil. 2:1 y 2Cor. 13:14).
El Padre y el Hijo habitan en los creyentes, y nuestro cuerpo es templo de Dios y de Cristo: Juan 14:23; Apocalipsis 3:20; 1Cor. 3:16; 2Cor. 6:16; G·l. 2:20; Efes. 3:17. El EspÌritu Santo habita en los creyentes y nuestro cuerpo es su templo: Juan 14:16-17; Rom. 8:9; 1Cor. 3:16; 6:19; 2Tim. 1:14.
A modo de conclusiÛn final
Quiera el EspÌritu Santo, que vive en la persona de cada creyente nacido de nuevo, y que se halla presente en la tierra para glorificar a nuestro SeÒor Jesucristo, iluminar con este estudio a esas almas extraviadas en los errores perniciosos de los sectarios de Brooklyn, para que puedan asÌ participar del verdadero conocimiento de Dios y gozar de la posesiÛn de la vida eterna por la fe que es en Cristo Jes ̇s.
Como conclusiÛn: “øAhora bien, hay diversidad de dones, pero el EspÌritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el SeÒor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, quien hace todas las cosas en todos, es el mismo” (lCor. 12:4-6).
Nota del autor: Es muy interesante saber que uno de los libros sagrados de los judÌos, El Zohar (<Esplendor>), libro escrito por MoisÈs de LeÛn, base de la Qabbalah ( ́TradiciÛna), hace el siguiente comentario acerca de Deuteronomio 6:4.
“øPor que hay necesidad de mencionar el nombre de Dios por tres veces en este versÌculo? La primera vez, Jehov·, porque es el Padre de los cielos; la segunda vez, Dios, porque es un tÌtulo del MesÌas, la vara del tronco de IsaÌ que ha de venir por David, de la familia de IsaÌ; y la tercera vez, Jehov·, porque es el que nos enseÒa a caminar aquÌ en la tierra. <<Y estos tres son uno>>.
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Luis Villegas Burgos Pregunta respondida 14 de junio de 2024
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Gén 1:26 NTV Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo».

Ferebo Pregunta respondida 14 de junio de 2024
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