¿Cuál debe ser la postura del cristiano frente a la guerra?

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¿Cuál debe ser la postura del cristiano frente a la guerra?

En un mundo donde se escucha la guerra todos los días por los medios de comunicación, cuál debe ser la posición del cristiano frente a ella.

Los invito a sustentar bíblicamente su posición de manera respetuosa.

Strd Pregunta respondida 6 de julio de 2024
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En un mundo lleno de conflictos, tanto internacionales como locales, es inevitable que los cristianos se pregunten qué postura deben tomar ante estos eventos. Al observar las guerras en el Medio Oriente, y más específicamente en Israel, surge la necesidad de entender los principios y normas que guían sus acciones. Uno de los principios fundamentales en la ley judía que se aplica en estos contextos es el principio de “Rodef.”

El principio de Rodef (perseguidor) permite actuar con fuerza, incluso letal, para detener a alguien que amenaza la vida de otra persona. Este concepto se origina en la Halajá (ley judía) y se encuentra respaldado en el Talmud, particularmente en Sanedrín 73a, donde se establece que es permisible intervenir para salvar una vida en peligro inminente.

Un pasaje bíblico que respalda esta idea es Éxodo 22:2: “Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte.” Este versículo muestra que la autodefensa está permitida cuando hay una amenaza directa e inmediata a la vida o a la propiedad.

En el contexto de la guerra, el principio de Rodef justifica la defensa de una nación cuando enfrenta una amenaza existencial o un ataque inminente. La historia de Israel en el Antiguo Testamento proporciona numerosos ejemplos de esto. En el libro de Josué, Dios ordena a los israelitas conquistar la tierra de Canaán (Josué 1:2-6), con el propósito de cumplir la promesa divina y eliminar prácticas idólatras y corruptas.

En tiempos modernos, este principio se aplica en la defensa nacional de Israel. Durante la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel se enfrentó a una amenaza existencial de países vecinos y tomó medidas preventivas, aplicando el principio de Rodef a nivel nacional. De manera similar, durante la Guerra de Yom Kipur en 1973, Israel fue atacado sorpresivamente y tuvo que defenderse para proteger su territorio y su población.

Es importante señalar que la aplicación de este principio tiene limitaciones éticas significativas. La Halajá insiste en el uso de la mínima fuerza necesaria para detener al perseguidor. Maimónides, en su Mishné Torá, explica que se debe intentar desactivar la amenaza sin recurrir a la fuerza letal si es posible. Además, la protección de la vida inocente es fundamental, y la ética judía subraya la importancia de evitar bajas civiles y daños colaterales siempre que sea posible.

Como cristianos, estamos llamados a mantener y seguir la paz. Jesús menciona en Mateo 5:9: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” Este llamado a la paz es central en la enseñanza cristiana, promoviendo la reconciliación y el amor incluso en tiempos de conflicto.

Sin embargo, es importante entender que el principio de Rodef también puede ser aplicado en contextos donde hay una amenaza directa y letal. Esto implica que, aunque la paz y la no violencia son ideales cristianos, en situaciones de peligro inminente, puede ser necesario intervenir para detener una amenaza, siempre causando el mínimo daño posible. Este balance entre la búsqueda de la paz y la necesidad de autodefensa refleja una ética compleja y matizada, que valora profundamente la vida humana y la justicia.

En resumen, el principio de Rodef proporciona una base ética y legal para justificar la guerra en situaciones de amenaza directa e inminente. Este principio, respaldado por la Halajá y las Escrituras, subraya la defensa legítima y necesaria, siempre con un enfoque en la proporcionalidad y la mínima violencia necesaria. La guerra, según la tradición judía, debe ser un último recurso y siempre con el objetivo de restaurar la paz y la justicia. Para los cristianos, este entendimiento puede coexistir con el llamado a ser pacificadores, reconociendo la complejidad de vivir en un mundo donde a veces es necesario defenderse de amenazas graves para proteger la vida y la seguridad.

Pablo de Enero Nuevo comentario publicado 7 de julio de 2024

Muchas gracias por este valioso aporte, muy esclarecedor. Bendiciones!

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