¿Realmente tenemos un Ángel protector?
¿Realmente tenemos un Ángel protector?
Estudiando Angelologia, se menciona que hay Angeles que cuidan territorios, tanto angeles de Dios como Demonios, pero ¿realmente hay Angeles guardianes personales? Me gustaría que me dieran sus puntos de vista.
A sus ángeles, dará ordenes acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. Sal 91:11-12
1. “A sus ángeles”. Fijémonos bien que no habla aquí de un ángel en particular, no dice “a mi ángel” (Exo 23:20), a un único ángel, sino, “a sus ángeles”; no es a un solo ángel a quien Dios encarga la seguridad de los que son suyos, sino “a sus ángeles”, es decir, a todos, para que esa seguridad esté garantizada y sea lo más amplia y completa posible.
2. “Dará ordenes” La versión inglesa KJV utiliza aquí la palabra “charge” que da un sentido de “poner alguien a cargo”: encomendar bajo el cuidado, encargar la custodia. La idea es de un mandato tajante y concreto, mucho más fuerte que el de una simple orden. Cuando deseamos que un sirviente ejecute algo concreto sin dilación, no nos limitamos a comunicarle lo que debe hacer, a describirle el trabajo a realizar, sino que preceptuamos su tarea diciéndole: “Te encomiendo que hagas esto con la mayor exactitud y sin dilación”.
3. “Acerca de ti”. Un mandato tajante sobre un asunto conciso: tú. Su misión concreta está en custodiarte y protegerte a ti, no a la Iglesia en general, sino a cada miembro en particular. ¡Una orden de protección personalizada! ¿No es maravilloso? “Para que te guarden”. El Señor se dirige a sus ángeles diciéndoles: ‘Escuchad, oh ángeles, mis hijos y siervos están en estos momentos sufriendo una epidemia de peste. Os ordeno que entréis en sus hogares y no os mováis de allí; que permanezcáis de continuo al lado de cada uno de ellos. “En todos tus caminos”. No dice “ocasionalmente”, no dice “en algunos de tus caminos”, sino “en todos tus caminos”. La protección de la Providencia divina es personal, individual y pormenorizada en lo que refiere a sus destinatarios, aunque universal y absoluta en lo que respecta al nivel de protección. Nos protege en todo momento, en todo lugar; no en algunos, sino en todos nuestros caminos. Pero, ¿esto es todo? No, hay más:
4. “Te llevarán en sus manos”. Así como todo buen siervo anhela llevar en brazos al joven heredero o al retoño de su amo, así también los ángeles con nosotros. No es asunto de poca importancia que el Señor nos prometa que los ángeles acamparán a nuestro lado: “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen” (Sal 34:7), pues ese “acampar” implica no solamente que serán nuestros guardianes, nuestras nodrizas, que nos llevarán en sus manos, sino que lo harán concretamente “para que tu pie no tropiece en piedra”. Cuando los niños comienzan a caminar es probable que tropiecen, caigan y se hagan un buen chichón; caminan vacilantes, y la más pequeña piedra que encuentren es suficiente para hacerles perder el equilibrio y caer. Muchas son las piedras que pueden hacernos caer a nosotros lo largo de nuestro camino; y nuestras posibilidades fracasar son altísimas; pero la providencia y la bondad de Dios son de tal magnitud, que ha previsto y provisto que sus ángeles nos guarden y protejan en contraposición a todos nuestros enemigos foráneos; y que sean nuestras enfermeras en todas nuestras enfermedades, a fin de que no caigamos, nos hagamos daño y fracasemos.
William Bridge [1600-1670]
“‘The refuge’: containing ‘The righteous man’s habitation in the time of plague and pestilence: being a brief exposition of the 91st Psalm”, 1832
Excelente información gracias