Apocalipsis 4:8 es un versículo del Nuevo Testamento de la Biblia cristiana. Se encuentra en el libro de Apocalipsis, también conocido como el libro de la Revelación, que es el último libro de la Biblia. Este libro es conocido por su lenguaje simbólico y sus visiones proféticas. El versículo 8 del capítulo 4 dice:

“Los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas y estaban llenos de ojos alrededor y por dentro; y no cesaban de decir día y noche: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.”

Este versículo es rico en simbolismo y tiene varios aspectos importantes que merecen ser comentados:

1. Los cuatro seres vivientes: Estos seres son mencionados en varias partes del libro de Apocalipsis y se asemejan a los querubines descritos en el libro de Ezequiel (capítulos 1 y 10) en el Antiguo Testamento. Representan seres angélicos que están en la presencia de Dios y son a menudo interpretados como símbolos de la creación entera que adora a Dios.
2. Seis alas: Las seis alas de los seres vivientes son un detalle significativo. Este aspecto recuerda a los serafines descritos en Isaías 6:2, quienes también tienen seis alas. En el contexto bíblico, las alas suelen simbolizar la capacidad de moverse rápidamente y cumplir la voluntad de Dios de manera efectiva.
3. Llenos de ojos alrededor y por dentro: Los ojos simbolizan conocimiento, percepción y vigilancia. Los seres vivientes están completamente conscientes de su entorno y de la voluntad de Dios. Esto sugiere que nada escapa a su atención y que están completamente dedicados a la adoración y al servicio de Dios.
4. Santo, santo, santo: La triple repetición de la palabra “santo” enfatiza la absoluta santidad y perfección de Dios. Esta fórmula trinitaria de alabanza resalta la pureza y la majestad divina. Es una forma de subrayar que Dios es completamente distinto de su creación y está por encima de todo.
5. El Señor Dios Todopoderoso: Este título destaca el poder y la autoridad de Dios sobre todas las cosas. Reconoce a Dios como el soberano absoluto del universo.
6. El que era, el que es, y el que ha de venir: Esta frase subraya la eternidad de Dios. Dios no está limitado por el tiempo; Él existe en el pasado, en el presente y en el futuro. Es un recordatorio de la permanencia y la inmutabilidad de Dios.

En resumen, Apocalipsis 4:8 es un versículo que destaca la santidad, la omnipotencia y la eternidad de Dios, y presenta una visión de la adoración celestial constante. Los símbolos usados en el versículo subrayan la importancia de la adoración y la reverencia hacia Dios, quien es digno de alabanza perpetua por parte de toda la creación.