2 Julio Evangelio según san Mateo 8:23-27
2 Julio Evangelio según san Mateo 8:23-27
2 de julio
(Martes de la 13ª semana del Tiempo Ordinario) – San Proceso
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 8:23-27
En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!». Él les dijo:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados: – «¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar lo obedecen?».
Un mal despertar
Con razón estaba escrito: No despertéis, no desveléis al Amor, hasta que le plazca (Ct 2:7). Está claro que Jesús no tiene un buen despertar. Lo sacan del sueño a gritos los apóstoles, angustiados a causa de la tormenta y temerosos al ver la barca cubierta por las olas, y el Señor se despierta con un humor bastante mejorable:
¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?
Pedir ayuda a alguien cuando estás angustiado, y que esa persona encima te abronque no sienta especialmente bien. Pero merecido lo tenían. Además, les salió a cuenta, porque el mal despertar del Señor no lo pagó sólo con ellos: abroncó también al viento y a las olas, que quedaron mudos de espanto. Me he acordado de un salmo: El Señor se despertó como de un sueño, como un soldado vencido por el vino: hirió al enemigo en la espalda, infligiéndole una derrota perdurable (Sal_78:65-66).
Escribo en tono de humor, pero no miento. Jesús recriminó a los apóstoles su falta de fe, porque quien tiene al Señor con él nada debe temer, aunque Jesús vaya dormido. Lo que realmente debemos temer es al pecado, que expulsa a Jesús de nuestra barca.
1 Respuesta
Versículo:
Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen? (Mateo 8:23-27)
Comentario:
Versículo 23:
- Entrando él en la barca: “entrando” (ἐμβάντι) es el participio aoristo activo de ἐμβαίνω, que denota la acción de subir o entrar. La palabra “barca” (τὸ πλοῖον) se refiere a una nave capaz de llevar un número considerable de personas.
- Sus discípulos le siguieron: “siguieron” (ἠκολούθησαν) es el aoristo activo indicativo de ἀκολουθέω, que significa seguir o acompañar.
Versículo 24:
- Se levantó en el mar una tempestad: “tempestad” (σεισμός) literalmente significa un terremoto o una gran agitación.
- Las olas cubrían la barca: “cubrían” (καλύπτεσθαι) es un verbo que indica ser cubierto o envuelto completamente.
- Pero él dormía: “dormía” (ἐκάθευδεν) es el imperfecto de καθεύδω, indicando una acción continua en el pasado.
Versículo 25:
- Señor, sálvanos, que perecemos: “sálvanos” (σῶσον) es el imperativo aoristo de σῴζω, indicando una petición urgente de rescate.
- Perecemos: “perecemos” (ἀπολλύμεθα) es el presente indicativo medio de ἀπόλλυμι, indicando destrucción o pérdida inminente.
Versículo 26:
- ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?: “teméis” (δειλοί) es el presente activo indicativo de δειλιάω, que implica miedo o cobardía. “Hombres de poca fe” (ὀλιγόπιστοι) combina ὀλίγος (poco) y πίστις (fe).
- Reprendió a los vientos y al mar: “reprendió” (ἐπετίμησεν) es el aoristo activo de ἐπιτιμάω, indicando una acción de corrección o censura.
- Se hizo grande bonanza: “bonanza” (γαλήνη μεγάλη) denota una calma o tranquilidad considerable.
Versículo 27:
- ¿Qué hombre es éste?: “hombre” (ἄνθρωπος) se usa aquí para destacar la humanidad de Jesús a la par de su autoridad divina.
- Aun los vientos y el mar le obedecen: “obedecen” (ὑπακούουσιν) es el presente activo indicativo de ὑπακούω, indicando una sumisión inmediata y continua.
Samuel Pérez Millos — Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento