En Génesis 6:1-4, la Biblia menciona a los “hijos de Dios” en un pasaje que ha sido objeto de mucho debate e interpretación a lo largo de los siglos. Aquí está el pasaje:

“Cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí a todas las que quisieron. Entonces dijo el Señor: ‘Mi espíritu no contenderá con los humanos para siempre, porque son mortales; sus días serán ciento veinte años’. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y tuvieron hijos con ellas. Estos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos.” (Génesis 6:1-4, NVI)

Existen varias interpretaciones sobre quiénes son estos “hijos de Dios”:

1. Ángeles Caídos: Una interpretación antigua y ampliamente aceptada es que los “hijos de Dios” eran ángeles caídos que tomaron forma humana y se unieron con mujeres humanas, produciendo una raza híbrida conocida como los Nephilim o gigantes. Esta interpretación se encuentra en textos antiguos como el Libro de Enoc, y fue aceptada por algunos de los primeros padres de la Iglesia.
2. Línea de Set: Otra interpretación es que los “hijos de Dios” eran descendientes piadosos de Set, el tercer hijo de Adán y Eva, mientras que las “hijas de los hombres” eran descendientes de Caín. Según esta visión, la unión de estos dos grupos simboliza la mezcla de la línea justa con la línea corrupta, lo cual llevó a una mayor depravación en la humanidad.
3. Nobles o Reyes: Una tercera interpretación sugiere que los “hijos de Dios” eran nobles o reyes antiguos que se consideraban a sí mismos divinos o semidivinos. Según esta interpretación, el pasaje describe a estos poderosos hombres tomando mujeres de forma arbitraria y abusiva.

Cada una de estas interpretaciones tiene sus defensores y detractores, y la ambigüedad del texto ha permitido que surjan diversas explicaciones. Sin embargo, no hay un consenso definitivo sobre quiénes eran exactamente los “hijos de Dios” en Génesis 6.